22 oct 2010

DE LA ANSIEDAD SERENA Y LAS ILUMINADAS AGUAS / Xavier Jordán


Gabriel Chávez me advirtió que este su nuevo retoño era un "hijo de los late thirties y de una ansiosa serenidad". Por supuesto que no le creí lo de la serenidad, faltaba más. ¿Cómo iba él a sumergirse en el territorio de la serenidad por más ansiosa que ésta se nos apetezca? Finalmente, a nuestros tardíos treinta, no existe mayor serenidad que nuestras ansiedades. Así que comencé a leer, con la serena ansiedad del caso, El agua iluminada y descubrí que no me había equivocado. Chávez era el mismo se que supo conocer en nuestros "early twenties". Sólo que más sereno y también ansioso.

Este poemario me llego como reminiscencias de lo desposeído. Grandes patios y grandes ollas de alimento. Cines viejos, mares calmos de tanto olvido. Abuelos y padres y madres y hermanos no nacidos. Una fugaz aparición de Thomas Mann, una carrera de Steve McQueen y una copa profunda de Dickens. El superlatvo ciego de Babilonia en todo lo descrito. La imposibilidad del Evangelio, el I Ching, las tercas tardes y las vastas lunas que no vivimos. Viejos tópicos con serenos pasos, sin atroces inocencias, sin exasperados ayes, sin más destino ni mañana que el hoy día. Y todavía sonrío cuando recueerdo la página en que leí su cita al "ahora que es entonces" y vino a mí, como soldado, un Terán, un Froment y un Burt Lancaster.

Poco reino es la nostalgia para definir el camino que trazan estas iluminadas aguas. Chávez juega a las escondidas entre el ligero aire de saudades que provocan sus pasados y su minucioso oficio de artesano de palabras.

Allí están su Richard Burton, su Liz Taylor y su San Lucas, arrimados seres a las aguas de una poesía clara y fresca, precisa a momentos, como navaja de hielo y, otras veces, enigmática y sorda a las bellaquerías de los barroquismos latinos.

"Quiere beber del agua / que lava la ceniza / de los ojos del mundo" dice Chávez en el primer verso de Bartimeo sueña y, en efecto, Bartimeo compone el mundo onírico de estas aguas que a veces son quietud y otras enrevesadas olas. Siempre ante la serenidad ansiosa de sus ayeres, cada imagen de este libro refleja al Narciso que contempla su figura, en las iluminadas aguas del placer de la poesía. Chávez dixit:

Una rendija

Y tomando barro de la acequia
el niño formó cinco pajarillos cuando nadie lo veía.


Se alisó entonces el cabello que le cubría la frente
tomó aire
sopló suavemente sobre ellos


y echaron a volar.

Tan preciso y mágico como esto, El agua iluminada transcurre a través de mí con la serenidad calmada de los tardíos treinta que me aquejan y me ponen en la ruta del placer de estar aquí, hablando de Chávez y de Steve Mcqueen.

21 oct 2010

EL AGUA ILUMINADA / Gabriel Chávez

El agua iluminada, que acaba de ser presentada en la Feria Internacional del Libro de Cochabamba, es la más reciente producción del poeta Gabriel Chávez Casazola.

El libro, editado por La Hoguera, reúne 23 poemas en castellano, siete de los cuales han sido traducidos al portugués por Pedro Sevylla de Juana y Nicolau Saiao, y cinco al italiano, por Mariela de Marchi.

Esta inusual edición acompañará al poeta en encuentros literarios de México, Italia y de otros países de Europa, donde ha sido invitado a participar el próximo año.

"Esa agua que lava la ceniza / de los ojos del mundo nos devuelve a cambio la entrañable capacidad de este poeta de resignificar los hechos más pequeños del día a día; las memorias heroicas que no queremos repetir y sólo celebramos o la escritura que acusa recibo de que existió el mundo y el poeta que lo inventa. Particularmente hermoso es el lugar que esta palabra da a la memoria, que nos lleva de la mano hasta ese anhelado sitio y tiempo donde y cuando había ilusión", expresó Mónica Velázquez sobre este nuevo trabajo de Chávez.

Gabriel Chávez. (Sucre, 1972). Poeta, escritor y periodista boliviano. Publicó los libros de poesía: Lugar Común (1999) y Escalera de Mano (2003). Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas y están recogidos en antologías y publicaciones nacionales e internacionales, como Agulha de Brasil, 400 Elefantes de Nicaragua, Triplo V de Portugal y La Otra de México. Ha participado en numerosos encuentros y festivales de poesía en el país y fuera de él, e impartió talleres del género en universidades y centros culturales. Publicó además un libro de ensayos y otro de crónica periodística; tiene cuentos de publicación dispersa y editó una vasta Historia de la Cultura Boliviana en el siglo XX (2 vol., 2005 y 2009), reconocida como el Libro Mejor Editado del año 2009 por la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. Ha cuidado asimismo la edición crítica de varias obras clásicas de autores nacionales. El Estado boliviano le concedió la Medalla al Mérito Cultural por su labor intelectual. Reside en la ciudad de Santa Cruz desde el año 2006.